Microconfesiones

Autorretrato con cigarrillo (Edvard Munch, 1895).

A los dieciséis años abrí los ojos,
la vida me dio tres sorbos de realidad.
Nacer, vivir, crecer, sufrir con dignidad,
para escuchar y dejar de usar los ojos.

Nuestros ojos están bien malditos,
nuestras bocas viven condenándonos.
Los pensamientos están observándonos,
solo sirve escuchar con los oídos benditos.

Yo nunca jamás creí en el dadaísmo.
Yo nunca jamás confié en quienes gritan.
Yo siempre quise a quienes no se agitan.
Yo siempre aposté por el expresionismo.

No me quejo inútil y estúpidamente.
No insulto tontísima y absurdamente.
No vivo por vivir, mi Dios, burdamente
No soy así, no soy así, muy tristemente.

Milson De Jesús Godoy Caballero

Comentarios

Entradas populares de este blog

Microexpresiones

Una prosa sincera sobre el dolor

De animales a nubes