Ñandemínte

Not here, みなはむ. https://twitter.com/manuhamu/status/928501237229563904

En secreto, vos y yo somos una sola persona. Vos sos mis propias manos, mis labios, mis pensamientos poco modernos haciéndome sentir como si fuera parte del pasado. Entre broma y risas, dije que debías comprender el lenguaje de mis ojos, las visiones de mi boca, el aroma de mi música, el sonido de mi perfume y las señales obvias pero implícitas en los bordes de mi rostro. Y aunque originalmente haya sido un chiste, en realidad vos conocés la postura de mis cejas cuando tratan de decirte que si estuviéramos entre menos personas, yo te estaría abrazando como abrazan los adolescentes enamorados: sin puntos, sin comas y sin tildes pero con ritmo y con sonido húmedo de prosa escrita con manos sudadas por el nerviosismo de estar solos.

En público, vos y yo somos dos personas. Yo soy mis propios pensamientos, mi forma estúpidamente exagerada de analizar las situaciones, mis silencios, mi modo de pararme, sentarme o caminar entre la gente. Ante los demás, soy el formalismo de una persona educada, soy todos los cuidados que tengo y soy también esa imagen equivocada con la que ellos se llenan los ojos y las esperanzas; soy mi cara sinceramente seria y contemplativa, soy mis manos introvertidas fingiendo querer socializar fuera de casa. Yo soy mi sincera necesidad de vos, de tu dulce persona, de que estés conmigo, de que estés solamente conmigo, de privatizar tu tiempo y espacio, de levantar un régimen absurdo sobre tu hermosa nación de mujer libre y empoderada.

En tu caso, vos sos tu misma forma tierna de andar por ahí hablando y explicando lo que otros no entienden. Sos tus pasos cortitos y tu larga impaciencia, tus apuros buscando que todo se haga en forma y tiempo, tu fuego intelectual que se enciende cuando hay vientos de motivación, tus torpes manos no queriendo abrazar mis tontos dedos frente a conocidos. Afuera, prácticamente sos la chica que conocí hace unos años, que abracé por sorpresa, que quise como amiga, que admiré como escritora y que amo como novia. Sin paredes, como dije, sos vos misma caminando sobre burbujas, corriendo sobre carbón caliente, diciendo menos de lo que quisieras, amándome tanto como podés.

Cuando estamos frente a la puerta, mi amor, somos dos jovencitos hermosamente enamorados. Cuando cruzamos ese pedazo de madera, mi luz de luciérnaga, somos como dos barras de plastilina mezclándose, confundiendo y fundiendo sus colores... Somos un solo color entre amores.

En secreto, vos y yo somos una sola persona.

Milson De Jesús Godoy Caballero

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