ODA A THALES



Te espero, amparo de humanidad.
En mi tonta lozanía filosófica
recibo estoicamente tu realidad,
el sueño que tuve estando despierto.
Te aguardo, criatura del logos
aristotélico, mi motor inteligible.
La historia y el universo quieren
ver nuestra hermandad inevitable.
Vos sos ahora arké de mi gran
felicidad, Thales; primer principio
y fin último de todas mis acciones.
Yo sé que sos digno del Olimpo.
Voy a dar sin fin mi pequeña probidad
a tu persona, hermano, y vas a rozar
el arquetipo antropológico del hombre.
A vos, eterno humano con divinidad.
Hoy por siempre te saludan la vida,
el mundo sensible, el cielo, la tierra,
un vivo árbol verde y un pájaro del arte.

También yo, que siempre voy a amarte.
Milson De Jesús Godoy Caballero

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